martes, 17 de febrero de 2009

Congreso, ingobernabilidad

Por el momento, y por si nadie lo ha notado y menos resaltado, a raíz del pasado informe del gobernador Leonel Godoy Rangel, baste decir que en el poder legislativo del estado se ha agudizado a su máximo nivel el clima de una lastimera ingobernabilidad que desde el punto de vista político puede extenderse en la relación con el ejecutivo estatal. La situación no es menor, más allá de los golpes bajos y de la guerra mediática entre las fracciones parlamentarias, lo que no se está tolerando es simple y llanamente la falta de palabra de una de las partes.

Y eso es doblemente grave, porque hasta el momento las confrontaciones normales en un ente congresista realmente plural se enmarcan en las reglas escritas y no escritas de los propios diputados locales, pero, en esta ocasión, algunas de ellas fueron violentadas en muchos sentidos, entre ellos el del formato acordado por unanimidad para la presentación del primer informe del actul gobierno del estado. Por ello, ante el imcumplimiento perredista, sus pares priístas y panistas abogan por la destitución de Antonio García Conmejo como presidente de la mesa directiva, quien tomó atribucciones no convenidas.

Lo que más extraña es el arropamiento perredista en torno al ex alcalde de Huetamo, aunque no debería serlo tanto porque igual se hizo con el presidente municipal de Tarímbaro, Baltazar Gaona Sánchez, inhabilitado para aspirar a un nuevo cargo de elección popular por la Auditoria Superior de Michoacán, bajo el argumento de no esclarecer millonarias observaciones a las cuentas públicas pero de su pasada administración local. Por cierto, para seguir en la tónica, acaba de ser ratificado como líder d ela fracción parlamentaria del PRD el profesor Raúl Morón Orozco.

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