lunes, 5 de enero de 2009

Del joven Memo a doña Amalia

Los diputados locales del PRI y del PAN decidieron finalmente otorgar la presea Melchor Campo, el mayor reconocimiento congresista, al deportista Guillermo Pérez, por encima de doña Amalia Solórzano.
Y más allá de que las propuestas a favor del medallista olímpico carecían de legitimidad, dado que lo proponían para la presea Generalísimo Morelos, propia del Ayuntamiento de Morelia, y que burdamente, a destiempo, los legisladores panistas la hicieran suyas para salvar el trámite formal, los argumentos resultaron endebles y hasta diría infantiles.
De inicio, simple y llanamente no puede darse una comparación alguna entre el deportista, aún así haya destacado por sí solo y sea un referente para la juventud, y la viuda del general Lázaro Cárdenas del Río, cuyos logros de carácter social y humanitario han traspasado las fronteras de la historia contemporánea.
Sin demeritar los triunfos nacionales e internacionales obtenido por el oriundo de Taretan y avecinado uruapense, pero formado, deportivamente hablando, fuera del territorio michoacano, hay ejemplos similares en el propio estado que no lo hacen único, lo cual no puede decirse tan fácilmente de la mujer que fue más que la primera dama del país.