miércoles, 19 de noviembre de 2008

Al maestro, sin cariño…

El tema de los maestros es cotidianamente ineludible, incluso hasta en los fines de semana, en los constantes y permanentes “puentes” y en las vacaciones. No hay día que no se hable de los maestros, más aún sin son de los autodenominados “democráticos”. Y a estas alturas sobre los maestros ya nada nos es ajeno.
Digámoslo de otra manera, en estos tiempos ya nada nos sorprende de los maestros y si hay algo que nos lo hiciera, bueno, estaríamos hablando prácticamente de utopías, desde que, todo el ciclo escolar, estuvieran frente a grupo, y que sus manifestaciones fueran pacíficas, sin afectar a terceros.
Lo demás ya no es novedad: suspensiones de clases, imposición de directivos, manejo de recursos públicos plantones, bloqueos, marchas, mítines, campamentos, agresiones y descalificaciones, son una constante del magisterio en aras de una presunta lucha por mejores condiciones de trabajo.
Una novedad sería que el gobierno del estado, el área de política interna, en una primera fase, con acciones de carácter político, disuadiera a los maestros a volver a la normalidad, y que, de no hacerlo, en una segunda fase, con acciones coercitivas, simple y llanamente lo obligara a situarse en la legalidad.